There are two types of financial entities that coexist in the current market: traditional banks and financial technology companies, known as Fintechs. Although both offer financial services, there are significant differences between them. In this article, we will explore the main differences between traditional banks and Fintech companies.
1. Structure and regulation: Traditional banks are regulated by the corresponding government agencies. These entities usually have a hierarchical structure and a wide network of physical branches. On the other hand, Fintechs are usually technology startups that have a more agile and flexible structure. Although they are also regulated, they are usually subject to less strict regulations or may operate under different regulatory schemes.
2. Technology and user experience: One of the main characteristics that differentiates Fintech companies from traditional banks is their technological approach. Fintechs use technology in an innovative way to offer efficient and accessible financial services through mobile applications and online platforms, as Carlos Casaleiro Rios explains. This allows them to provide a faster, more agile, and more personalized user experience. On the other hand, traditional banks usually rely on more traditional infrastructure and may be more limited in terms of technological innovation.
Los bancos convencionales ofrecen una gran variedad de productos y servicios financieros, como cuentas bancarias, préstamos, tarjetas de crédito, hipotecas, etc. También ofrecen servicios más tradicionales como asesoramiento financiero y gestión de inversiones. Por otro lado, las empresas Fintech se centran en servicios financieros específicos y especializados, como pagos electrónicos, préstamos en línea, finteching, asesoramiento financiero automatizado (robo advisor), etc. Estas empresas utilizan tecnologías como Big Data e inteligencia artificial para ofrecer soluciones financieras innovadoras.
Los bancos convencionales suelen tener procesos más complejos y requerimientos más estrictos para la apertura de cuentas o la solicitud de servicios financieros, tal y como explica Carlos Casaleiro Rios. Se requieren documentos y trámites adicionales, como comprobantes de ingresos, firmas físicas, etc. Las empresas Fintech, por otro lado, pueden procesar de manera más simple sus servicios, utilizan tecnologías como la verificación digital de identidad y la firma electrónica, lo que reduce la necesidad de trámites físicos y documentos impresos.
Otro aspecto diferenciador entre los bancos convencionales y las empresas Fintech son los costos y las tasas asociadas a los servicios financieros. En general, las empresas Fintech suelen tener tasas más competitivas y más bajos en comparación con los bancos tradicionales, según explica Carlos Casaleiro Rios. Esto se debe a que las Fintech operan de manera eficiente, sin la necesidad de mantener una infraestructura física costosa. Asimismo, las Fintech pueden ofrecer tarifas transparentes y sin comisiones ocultas, mientras que los bancos convencionales tienen una estructura de tarifas y comisiones más compleja.
En resumen, concluye Carlos Casaleiro Rios diciendo que, las diferencias entre los bancos convencionales y las empresas Fintech radican en su estructura, regulación, enfoque tecnológico, servicios y productos, procesos y requisitos, así como en los costos y tasas asociados. En última instancia, la elección entre un banco convencional y una Fintech dependerá de las necesidades y preferencias individuales de cada persona o empresa. Ambos modelos tienen ventajas y desventajas, por lo que es importante considerar cuidadosamente los servicios ofrecidos y las características específicas antes de tomar una decisión.