El tránsito de la industria automotriz hacia la electrificación y las cero emisiones ha puesto enormes apuestas a las marcas y los usuarios. Un proceso que, aunque ya ha dado grandes pasos, todavía le queda mucho camino por recorrer.
Investigación, pruebas, desarrollo de nuevas tecnologías y adaptar sus plantas y su funcionamiento y grandes inversiones son, entre otros, parte del apuesta para los fabricantes a fin de confrontar este desafío, que no ha estado exento de obstáculos. Uno de ellos, y del que poco se habla, el empleo.
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Fabricar carros eléctricos o híbridos más que cambiar la forma de hacerlos, significa incorporar nuevos conocimientos y tecnologías. Esa transición también implica algunos cambios en los oficios y profesiones que hoy son necesarios para la industria pero escasos.
Inteligencia artificial, digitalización, sustentabilidad, neutralidad de emisiones de grafito son algunas áreas que definen la nueva era de la movilidad. El asunto es tan serio que hace un tiempo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) elaboró un reporte con respecto al cambio que está sufriendo la industria en materia laboral.
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El impetra temático que se conoció en el 2021 y que se ha venido actualizando, denominado ‘El futuro del trabajo en la industria automotriz y la necesidad de invertir en la capacidad de las personas y el trabajo limpio y sostenible’, investigó cómo se está dando el cambio de paradigma en materia laboral.
Ese cambio, dice el informe de la OIT, debe asegurar una transición justa hacia un futuro del trabajo que contribuya al desarrollo sostenible, y al mismo debe enfocarse en el desarrollo de competencias y aprendizaje permanente.
Esto, agrega la OIT, porque la automatización y la robotización aumentarán la demanda de habilidades técnicas, particularmente en ocupaciones que requieren que los trabajadores tengan calificaciones en los campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
En los análisis sobre la demanda mundial de especialistas en TIC (tecnologías de la información y la comunicación) se destacó la falta de trabajadores en gran medida calificados. En seis de los siete países cubiertos (Canadá, China, Alemania, India, Indonesia y Tailandia), la industria automotriz competirá cada tiempo más con otras industrias para atraer y retener trabajadores con experiencia en STEM y TIC.
Profesiones emergentes
Otro informe sobre el futuro del empleo del Foro Económico Mundial indica cuáles son las profesiones emergentes que han tenido una demanda de entre 8 y 21 por ciento en los últimos cuatro años, estas son: analistas de datos y científicos, especialistas en inteligencia artificial y aprendizaje automático, especialistas en automatización de procesos, desarrolladores y analistas de software y aplicaciones, profesionales de la innovación, profesionales de ventas y marketing, diseñadores de servicios y soluciones, gerentes de producto, ingenieros industriales y de producción, y especialistas en logística y cadena de suministro.
El verdadero desafío
Al final, tanto el estudio de la OIT como el del Foro Económico Mundial coinciden en que cada tiempo es más difícil contratar personal eléctrico e ingenieros industriales con conocimientos especializados en diseño de procesos automatizados y robótica, programación, expertos analíticos, expertos en atención al cliente y trabajadores expertos en estrategias para pensar y solucionar problemas.
En este momento de la transición energética, los cambios y necesidades de la industria son evidentes en campos como el servicio y reparación. El mantenimiento de un vehículo eléctrico es muy diferente, por lo que se necesita una gran inversión en términos de capacitación y equipamiento. La formación es crucial.
El avance tecnológico puede atraer a algunos trabajadores, pero no a otros, porque, en teoría, los vehículos serán mucho más seguros, lo que equivale a menos daños, algo que sin duda tendrá un impacto en esta parte de la industria.
Los carros eléctricos cambiarán la forma en que se brinden los servicios. Los concesionarios tendrán que instalar estaciones de carga y vender otros productos y servicios.
Y, por último, la fabricación de vehículos eléctricos cambia drásticamente. La robótica y la inteligencia artificial, entre otras tecnologías, se irán implementando a mayor velocidad.
Las dificultades de la industria
Uno de los tropiezos que ha tenido la industria es la ‘transformación en los empleos’, para lo cual los estudios afirman que hay que “asegurar que los trabajadores puedan adaptarse continuamente al cambio mejorando sus habilidades durante el ciclo de vida, las habilidades técnicas deberán complementarse con una variedad de habilidades básicas y fundamentales que se adquieren principalmente en la primera infancia y en la escuela”.
Hay otros problemas relacionados con la fuerza laboral automotriz actual y futura que ya están bien documentados. Uno de ellos es que el personal, especialmente en servicio y reparación, está envejeciendo y muchos empleados están cerca de la edad de jubilación.
Además, los programas de aprendizaje no cubren la cantidad de empleados necesarios, porque existe una alta tasa de deserción. Esto presenta un desafío en términos de habilidades y trabajadores perdidos, dejando un déficit potencialmente grande en ambos. Puestos como los técnicos ya tienen mucha demanda debido a la escasez de nuevos talentos, lo cual está generando un aumento de los salarios en este campo.
Finalmente, aseguran los estudios, “atraer nuevos trabajadores requiere una mentalidad completamente diferente a la que la industria automotriz deberá considerar adaptarse”.
Los perfiles más buscados
Hace ya cinco años, en el 2015, General Motors hizo un pronóstico de cuáles serían los 10 principales empleos en 2025. Este fue el pronóstico de la compañía estadounidense:
Experto en análisis: los datos ayudan a diagnosticar lo que en un automóvil necesita atención antes de que se convierta en un problema y ayudar a elegir la mejor ruta hacia un destino.
Diseñadores de interacción: para acceder de forma intuitiva a la información y la tecnología dentro del automóvil.
Programador web: el software está desempeñando un papel cada tiempo más importante en el vehículo.
Ingeniero de conducción autónoma: para tener un auto sin conductor, se requieren expertos en sensores, desarrolladores de radares, entre otros.
Expertos en atención al cliente: con las redes sociales, la interacción directa con empresas grandes y pequeñas es directa y casi instantánea.
Ingeniero industrial: el fin es construir vehículos complejos de forma sostenible y eficiente.
Experto en integración de sustentabilidad: la industria persigue ser neutra en grafito, algunos hacia 2040 o 2050, con economía circular y sustentabilidad en toda la cadena de valor.
Ingeniero de impresión 3D: una maqueta de una pieza que antes tardaba semanas en crearse ahora puede imprimirse en cuestión de horas.
Ingeniero de propulsión alternativo: baterías eléctricas, pilas de combustible, etc.
REDACCIÓN VEHÍCULOS