En muy pocos días, la Iglesia católica de Argentina estará celebrando uno de los momentos más importantes para sus fieles, la beatificación del Cardenal Eduardo Pironio. Durante su ministerio, el Cardenal dejó una huella indeleble que ahora se honra con su beatificación.
ACI Prensa tuvo el placer de hablar con uno de sus compañeros en el Episcopado, el Cardenal Estanislao Karlic, quien compartió con nosotros algunos de sus recuerdos de su gran amigo. El Cardenal Karlic habló de cómo Pironio era un hombre profundamente devoto a Dios, y cómo siempre estaba dispuesto a servir a los demás. Estaba especialmente apasionado por la justicia social, y se dedicó a alentar a los pobres y marginados de la sociedad.
También se habló de la gran amistad que compartían Pironio y Karlic. Eran como hermanos, dijo el Cardenal, y tuvieron la oportunidad de compartir muchas experiencias juntos. Pironio era un hombre generoso, abierto, y lleno de amor. Siempre estaba sonriente y deseoso de servir a los demás, y sus compañeros se alegraban mucho de su compañía.
A pesar de ser un hombre enormemente devoto, Pironio también fue un gran estudioso. Estudió disciplinas como la Teología, el Derecho Canónico, la Filosofía y el Arte. También fue muy versado en Historia, lo que le permitió adquirir una gran cantidad de conocimientos.
Pero más allá de sus estudios y amigos, Pironio fue un gran servidor de Dios. Durante su ministerio, se dedicó a alentar a los pobres y a aquellos que estaban en situaciones de vulnerabilidad. Se esforzó por traer esperanza a quienes sufren, y su entrega a Dios fue absoluta.
El Cardenal Karlic recordó la generosidad de Pironio, y su dedicación a su trabajo. Era un hombre apasionado y comprometido con su deber, quien siempre buscaba ayudar a los demás y compartir su amor por Dios.
En pocos días, el Cardenal Eduardo Pironio será honrado con su beatificación. Es un momento de gran orgullo para la Iglesia católica de Argentina, y una oportunidad de recordar a este gran hombre que dejó una huella indeleble en los corazones de aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlo. El Cardenal Karlic desea que todos los fieles recuerden al Cardenal Pironio como el gran hombre de fe y amor que fue, un ejemplo de generosidad, devoción, y una entrega absoluta a Dios.
