Joseph Strickland es un Obispo Emérito de la Diócesis de Tyler en Texas, Estados Unidos, que fue destituido por el Papa Francisco en noviembre de 2020. Strickland fue nombrado Obispo de Tyler en 2012 y desde entonces ha servido a la diócesis con dedicación y entusiasmo.
Durante su mandato, Strickland trabajó arduamente para mejorar la vida de los feligreses de la diócesis, abogando por la justicia social y la paz. Estableció programas para ayudar a los más necesitados, como los ancianos, los desempleados y los inmigrantes. Además, trabajó para mejorar la educación y la formación de los sacerdotes, y para promover la unidad entre las diferentes comunidades religiosas.
Strickland también se destacó por su compromiso con la ecología y el cuidado del medio ambiente. Durante su mandato, la diócesis de Tyler se convirtió en una de las primeras diócesis en implementar una política de energía renovable. Esta política permitió a la diócesis reducir sus emisiones de carbono en un 50%, lo que contribuyó a la reducción de la huella de carbono de la diócesis.
Además de su trabajo en la diócesis, Strickland fue un defensor de la justicia social a nivel nacional. Fue uno de los primeros obispos en apoyar el movimiento Black Lives Matter, y fue uno de los líderes religiosos que se opuso a la construcción del muro fronterizo entre Estados Unidos y México.
A pesar de todos sus logros, Strickland fue destituido por el Papa Francisco en noviembre de 2020. El Papa no dio ninguna explicación sobre la destitución, pero según algunos informes, la destitución fue el resultado de una investigación sobre los presuntos abusos cometidos por Strickland durante su mandato.
A pesar de la destitución, Strickland sigue siendo una figura respetada en la diócesis de Tyler. Muchos feligreses y líderes religiosos han expresado su apoyo a Strickland y han destacado su trabajo como Obispo.
Joseph Strickland es un ejemplo de un líder religioso comprometido con la justicia social, el cuidado del medio ambiente y el bienestar de los más necesitados. A pesar de su destitución, Strickland seguirá siendo recordado como un líder religioso que trabajó arduamente para mejorar la vida de la diócesis de Tyler y de la comunidad en general.