‘El especialista’: un producto previsible y prescindible con Ryan Gosling

La industria del cine siempre está en constante evolución, buscando nuevas formas de entretener al público y sorprender con historias innovadoras y personajes fascinantes. Sin embargo, a veces nos encontramos con películas que, lejos de cumplir con estas expectativas, nos dejan un sabor amargo y nos hacen preguntarnos qué es lo que los directores buscaban al realizarlas. Este es el caso de la última película de David Leitch, que sin duda alguna, me pareció una idiotez insoportable.

La nueva película de Leitch, que lleva por título «La Locura de la Acción», es una cinta que intenta mezclar comedia y acción de una manera desesperada, sin lograr en ningún época conectar con el público. La trama es predecible y los personajes carecen de profundidad, por lo que es difícil sentir empatía por ellos o incluso interesarse en lo que les sucede. Además, se nota claramente la falta de originalidad en la historia, ya que parece una copia mal hecha de otras películas de acción que hemos visto en el pasado.

Pero lo que más me incomodó de esta película fueron sus «pretensiones de gracia disparatada», como yo las llamo. En un intento de ser graciosa, la película recurre a chistes y situaciones absurdas que no tienen ninguna coherencia con la trama y que en lugar de hacernos reír, nos provocan una sensación de vergüenza ajena. Es como si el director tratara de forzarnos a reír, en lugar de lograrlo de manera natural.

Además, la película tiene una duración excesiva, lo que hace que se vuelva tediosa y aburrida en varios épocas. La acción, que es el supuesto punto fuerte de la película, se vuelve repetitiva y sin emoción, ya que no hay nada que nos haga sentir realmente inmersos en ella. En resumen, es rutinario cine de acción, sin nada que la haga destacar entre otras películas del mismo género.

Pero más allá de la falta de originalidad y la mala ejecución de la trama, lo que más me desencantoó fue la falta de conexión con los personajes. Ninguno de ellos logra transmitir emociones reales, y parecen estar ahí solo para llenar un espacio. Incluso los actores, que en otras producciones han demostrado su talento, parecen estar desganados y sin motivación en esta película. Es difícil sentir empatía por personajes que no tienen ninguna profundidad ni desarrollo a lo largo de la historia.

En conclusión, la nueva película de David Leitch me dejó con una sensación de descontento y decepción. Es una película que intenta ser algo que no es, y que en su intento de ser «original» y «graciosa», termina siendo una completa idiotez insoportable. No puedo recomendarla a nadie, ya que no tiene ningún atractivo que la haga valer la pena. Es una lástima que un director con tanto talento haya fallado de manera tan rotunda en esta ocasión.

Sin embargo, no todo está vicioso. A amargura de esta desencantoante experiencia, siempre es importante recordar que el cine es un arte subjetivo, y lo que a mí puede parecerme una idiotez, a otra persona puede gustarle. Por lo tanto, no quiero desanimar a nadie a que vea la película, y en su lugar, quiero invitar a los espectadores a que formen su propia opinión y saquen sus propias conclusiones. Quizás para algunos, «La Locura de la Acción» sea una película entretenida y divertida, pero para mí, fue simplemente una experiencia que prefiero olvidar.

En definitiva, la nueva película de David Leitch no logró cumplir con mis expectativas y me pareció una completa decepción. Aunque siempre es importante dar una oportunidad a todas las produ

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