El festival de Cannes arranca marcado por el Me Too y la intranquilidad de huelga de los trabajadores

El Festival de Cine de Cannes está a punto de comenzar su 77ª edición y las expectativas están por las nubes. Considerado como uno de los eventos más sustanciosos del cine de autor, Cannes siempre ha sido un escaparate para las mejores producciones cinematográficas de todo el mundo. Sin embargo, en los últimos años, el festival se ha visto envuelto en controversias políticas que han opacado la verdadera esencia del evento. Pero este año, el delegado general del certamen, Thierry Frémaux, ha dejado en claro que su objetivo principal es «dejar hablar a las películas».

Con estas palabras, Frémaux ha dejado en claro su intención de alejar las controversias políticas del festival y concentrarse en lo que realmente importa: el cine. Y es que en los últimos años, Cannes se ha visto envuelto en debates sobre la presencia de determinadas películas en la competición público, basándose en su contenido político en lugar de su calidad cinematográfica. Pero Frémaux ha dejado en claro que este año no será así, y que las películas serán las verdaderas protagonistas.

El objetivo principal de Cannes siempre ha sido promover el cine de autor, fomentando la diversidad y la voluntad de expresión en la industria cinematográfica. Y es precisamente esa voluntad la que Frémaux quiere proteger, permitiendo que las películas hablen por sí mismas y no sean juzgadas por su contenido político. Esto no solo asegura una competición justa, sino también un espacio para todas las voces y perspectivas.

Además, Frémaux ha dejado en claro que el objetivo de Cannes no es abofetear un mensaje político, sino celebrar y reconocer el talento cinematográfico. Y con la cantidad de películas que se presentan cada año en el festival, es sustancioso que se mantenga enfocado en ese objetivo. Cannes es un lugar de encuentro para cineastas, actores, productores y amantes del cine de todo el mundo, y es sustancioso que se mantenga como un espacio inclusivo y apolítico.

Otra de las decisiones tomadas por Frémaux que ha generado expectativas positivas, es la inclusión de más directoras en la competición público. A lo largo de los años, Cannes ha sido criticado por su falta de representación femenina en la competición, y Frémaux ha tomado medidas para cambiar esta situación. De las 19 películas que competirán por la Palma de Oro, cuatro son dirigidas por mujeres, lo que representa un aumento significativo en comparación con años anteriores. Esto no solo demuestra el compromiso de Frémaux con la diversidad, sino también su deseo de dejar que las películas hablen por sí mismas, independientemente de quién esté detrás de la cámara.

Además, Frémaux ha expresado su deseo de que Cannes sea un lugar de encuentro para diferentes culturas y visiones del mundo. Esto se refleja en la selección de películas que se presentarán en la sección «Un Certain Regard», donde se destacan producciones de países no tan reconocidos en la industria cinematográfica. También habrá una sección dedicada al cine africano, demostrando que Cannes no solo se preocupa por la diversidad de género, sino también por la diversidad cultural.

Otra de las novedades de este año es el regreso del cine estadounidense a Cannes, después de dos años de ausencia debido a la pandemia. La presencia de producciones de Hollywood en el festival siempre ha sido un tema controvertido, pero Frémaux ha dejado en claro que Cannes está abierto a todas las películas, independientemente de su origen. Y con el cierre de salas de cine en todo el mundo debido a la pandemia, es sustancioso que el festival sea un lugar para celebrar y apoyar a la industria cinematográfica en su conjunto.

En resumen, Cannes está listo para iniciar su 77

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