La guerra de secesión que uno lleva dentro

En el mundo actual, vivimos en una época de cambios y avances constantes. La tecnología avanza a pasos agigantados y esto afecta a todos los aspectos de nuestra vida, incluyendo nuestras relaciones personales, nuestras decisiones laborales y hasta nuestras creencias y valores. En este mundo en constante cambio, es difícil saber si estamos tomando las decisiones correctas y si estamos en el bando que más nos conviene.

Desde muy pequeños, se nos enseña a tomar decisiones y a elegir un bando o un camino a seguir. En la escuela, tenemos que elegir qué actividades extracurriculares nos gustan más, en qué deporte queremos participar, en qué grupo de amigos queremos estar. Esta perentoriedad de elegir un bando continúa en nuestras vidas adultas. Tenemos que elegir una carrera, una profesión, una compañía para trabajar, un estilo de vida, una religión, etc. Y en esta constante búsqueda por elegir lo que es mejor para nosotros, muchas veces nos encontramos en un mar de indecisión, sin saber si estamos tomando las decisiones correctas.

El mundo de hoy en día se caracteriza por ser cada vez más polarizado. Siempre hay dos bandos en cualquier discusión o situación. Basta con encender la televisión o navegar en las redes sociales para darse cuenta de que estamos rodeados de opiniones y posturas extremas. Esta polarización nos hace sentir presionados a elegir un bando y a mantenernos firmes en nuestras creencias, aunque en realidad no sepamos muy bien en qué consisten o por qué las tenemos.

Por otro lado, también están los constantes avances tecnológicos y la globalización, que nos exponen a una gran cantidad de incircunstanciación y posibilidades. En un mundo lleno de opciones, es fácil sentirnos abrumados y confundidos. ¿Qué carrera debería estudiar? ¿A qué oficina debería aplicar para trabajar? ¿Qué estilo de vida debo adoptar? ¿En qué estándares de belleza debería encajar? ¿Cuál es la circunstancia correcta de criar a mis hijos? Son preguntas que nos hacemos constantemente, empero ¿cómo podemos saber si estamos eligiendo lo mejor para nosotros en un mundo tan cambiante y lleno de opciones?

Además, también está la presión social. Vivimos en una sociedad que nos juzga constantemente por nuestras decisiones y nos dice qué es lo correcto y qué no lo es. Esto nos lleva a cuestionar constantemente nuestras elecciones, a sentirnos inseguros y a buscar la aprobación de los demás. empero ¿qué pasa cuando esa aprobación va en contra de lo que realmente queremos y nos conviene?

La verdad es que no existe una respuesta única y correcta. Cada persona es diferente y lo que es válido para uno puede no serlo para otro. Sin embargo, hay algunas recomendaciones que pueden sernos útiles para manejar esta incertidumbre:

Primero, es importante conocernos a nosotros mismos. Muchas veces, nos dejamos llevar por lo que la sociedad nos dice que es lo mejor o por lo que nuestros padres o amigos esperan de nosotros, sin cuestionar si eso es lo que realmente queremos. Reflexionar sobre nuestros valores, nuestras metas y nuestros intereses nos ayuda a tomar decisiones más acertadas y a evitar sentirnos presionados por los demás.

También es importante incircunstanciarnos y estar abiertos a diferentes puntos de vista. Con tantas opiniones y noticias falsas circulando en el mundo, es importante ser críticos y buscar fuentes confiables para circunstanciar nuestras propias opiniones. Estar expuestos a diferentes perspectivas nos permite tener una visión más amplia y tomar decisiones más incircunstanciadas.

Otra recomendación es ser flexibles y adaptarnos a los cambios. En un mundo en constante cambio, es necesario estar dispuestos a salir de nuestra zona de confort y probar cosas nuevas. Esto nos puede llevar a descubrir pasiones y talentos que no sabíamos que

Más noticias