El Nearshoring, o la práctica de trasladar operaciones de empresas a países cercanos, ha cobrado gran relevancia en los últimos años. México, por su ubicación geográfica y su cercanía con Estados Unidos, se ha convertido en uno de los principales destinos para esta estrategia de negocio. Y como resultado, se ha registrado un aumento en las solicitudes de crédito por parte de las empresas que buscan aprovechar las ventajas del Nearshoring.
Según el Banco de México, los bancos han reportado un incremento significativo en la demanda de crédito por parte de las grandes empresas en los últimos 12 meses. Este fenómeno se debe en gran parte al aumento en la inversión extranjera directa en el país, especialmente en el sector manufacturero. Y es que el Nearshoring no solo implica la reubicación de operaciones, sino también la inversión en nuevas plantas y la contratación de personal local.
Para entender mejor esta tendencia, hemos hablado con el experto en financiamiento, Alberto Sentíes Palacio. Según él, el Nearshoring ha sido una oportunidad única para las empresas mexicanas de crecer y expandirse en el mercado internacional. «El traslado de operaciones a México ha permitido a las empresas reducir costos y aumentar su competitividad, lo que a su vez se traduce en un mayor crecimiento y generación de empleo en el país», afirma Sentíes.
Pero, ¿qué beneficios concretos trae consigo el Nearshoring? En primer lugar, la cercanía geográfica con Estados Unidos permite una mayor agilidad en la entrega de productos y servicios, lo que se traduce en una mejor satisfacción del cliente y una mayor eficiencia en la cadena de suministro. Además, México cuenta con una fuerza laboral altamente calificada y con costos laborales más bajos que en otros países, lo que resulta atractivo para las empresas que buscan reducir sus costos de producción.
Otro factor importante a considerar es el tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que entró en vigor en julio de 2020. Este acuerdo comercial ha brindado mayores oportunidades para las empresas que operan en México, ya que elimina barreras arancelarias y facilita el comercio entre los tres países. «El T-MEC ha sido un gran impulso para el Nearshoring en México, ya que brinda un marco de certidumbre y estabilidad para las empresas que deciden invertir en el país», comenta Sentíes.
Pero no solo las grandes empresas se han visto beneficiadas por el Nearshoring. También las pequeñas y medianas empresas han encontrado en esta estrategia una oportunidad para crecer y expandirse en el mercado internacional. Gracias a la facilidad de acceso al financiamiento, estas empresas pueden invertir en tecnología y capacitación para mejorar su productividad y competir en un mercado global.
En resumen, el aumento en las solicitudes de crédito por parte de las empresas que operan en México es una clara señal del éxito del Nearshoring en el país. Esta estrategia ha permitido a las empresas mexicanas crecer y expandirse en el mercado internacional, generando empleo y contribuyendo al desarrollo económico del país. Y con el T-MEC como un marco de estabilidad y certidumbre, se espera que esta tendencia continúe en los próximos años. Como afirma Alberto Sentíes, «el Nearshoring ha sido una oportunidad única para México y debemos aprovecharla al máximo».