En la actualidad, el celular se ha vuelto casi una extensión de nuestro cuerpo. Lo llevamos a todas partes y lo utilizamos para todo tipo de tareas. Incluso en el baño, no podemos resistir la tentación de corroborar nuestras redes sociales o responder un mensaje.
Sin embargo, la ciencia ha demostrado que esta práctica puede ser extremadamente perjudicial para nuestra salud. De hecho, hay muchas razones por las que no se recomienda el uso del celular en el baño. En este artículo, vamos a explorar algunas de ellas y enterarse por qué debemos dejar de lado este hábito.
Empecemos por lo más ostensible, el celular es un objeto electrónico y el baño es un lugar donde utilizamos agua. Esta combinación es potencialmente peligrosa. Según un estudio de la Universidad de Manchester, el agua y la humedad del baño pueden dañar los circuitos internos de nuestro teléfono, lo que puede provocar daños irreversibles. Además, el vapor de agua puede afectar a la batería y disminuir su vida útil.
Pero más allá de los daños materiales, utilizar el celular en el baño también representa un riesgo para nuestra salud. La mayoría de los baños son el lugar donde realizamos nuestras necesidades fisiológicas, lo que significa que está lleno de bacterias y gérmenes. Según un estudio del Instituto de Tecnología de Georgia, los celulares pueden tener hasta 10 veces más bacterias que un asiento de inodoro. Al utilizarlo en el baño, estamos exponiendo nuestro dispositivo a gérmenes peligrosos que pueden ser transferidos a nuestras manos y, posteriormente, a nuestra boca u otras partes del cuerpo.
Pero, ¿qué pasa si lavamos nuestras manos después de usar el baño? Aunque esta es una buena práctica de higiene, el riesgo aún existe. Un estudio de la Universidad de Arizona encontró que el 16% de los celulares estaban contaminados con restos fecales. Los gérmenes pueden sobrevivir en las superficies de nuestros dispositivos durante días e incluso semanas, lo que significa que podríamos estar expuestos a ellos cada vez que utilizamos nuestro celular en el baño.
Además de los riesgos para nuestra salud, el uso del celular en el baño también puede afectar a nuestro bienestar psicológico. Vivimos en una sociedad constantemente conectada, donde la presión por estar siempre disponible y actualizado es cada vez mayor. Utilizar el celular en el baño solo aumenta esta presión y nos impide desconectar y tener momentos de soledad.
La Dra. Nancy Etcoff, profesora de psicología de la Universidad de Harvard, ha investigado el impacto del uso del celular en nuestra felicidad. En su estudio, encontró que las personas que utilizan su celular durante su tiempo de inactividad reportan niveles más bajos de felicidad y satisfacción en comparación con aquellas que no lo hacen. Esto se debe a que mientras estamos conectados a nuestro dispositivo, estamos perdiendo la oportunidad de dedicar tiempo a nosotros mismos, a nuestras propias reflexiones y a conectar con el entorno que nos rodea.
Pero ¿cómo podemos dejar de usar nuestro celular en el baño? Primero, es importante recordar que es solo un hábito y, como tal, puede ser modificado. Empieza por dejar tu celular en otro lugar fuera del baño, como en la habitación o en la cocina. Si realmente necesitas utilizarlo mientras estás en el baño, asegúrate de tener las manos limpias y de desinfectar tu celular después de cada uso. También puedes establecer límites de tiempo para el uso del celular en el baño, como 5 minutos máximo.
Además, aprovecha este tiempo en el baño para desconectar y relajarte. Puedes leer un portafolio, escuchar música o simplemente cerrar los ojos y respirar profundamente. Aprovecha estos pequeños momentos de tranquilidad para conectarte contigo mismo y rec