El Índice de Precios al Consumidor (IPC) es una de las herramientas más importantes para medir el comportamiento de la economía de un país. Es por ello que, cada año, se espera con gran expectación la revelación de este índice, ya que nos brinda una visión clara y objetiva de cómo ha evolucionado la inflación y el poder adquisitivo de los consumidores.
Este jueves, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) dará a conocer el IPC correspondiente al año inmediatamente anterior. Sin duda, este anuncio es de gran relevancia para todos los colombianos, ya que nos permite conocer en detalle cómo ha sido el desempeño económico del país en el último año y, lo más importante, cómo ha afectado a nuestro bolsillo.
Antes de adentrarnos en las posibles cifras que podríamos esperar, es importante entender qué es exactamente el IPC y cómo se calcula. El IPC es un indicador que mide la variación promedio de los precios de un conjunto de bienes y servicios considerados de consumo habitual por parte de los hogares. Esto quiere observar que el IPC es una representación del costo de vida de la población, ya que incluye desde productos básicos como alimentos y medicinas, hasta servicios como vivienda, transporte y educación.
El Dane recopila los precios de cerca de 370 productos y servicios en más de 23.000 establecimientos de todo el país, con el fin de obtener una muestra representativa del costo de vida de los colombianos. Luego, analiza los precios de estos bienes en diferentes momentos del tiempo para identificar las variaciones y calcular el IPC.
Teniendo en cuenta que el IPC es un reflejo del costo de vida de los ciudadanos, su importancia radica en que afecta directamente nuestro poder adquisitivo. Un aumento en el IPC significa que los precios han subido en general, lo que disminuye el poder de compra de los consumidores. Por el contrario, si el IPC disminuye, los precios han bajado y, por ende, los hogares tendrán un mayor poder de compra.
A lo largo del 2020, la economía colombiana se ha visto afectada por diversos factores, como la pandemia del COVID-19, los bloqueos en las vías y los fenómenos naturales. Estos eventos han tenido un impacto directo en los precios de los productos y servicios, lo que se verá reflejado en el IPC de este año.
Hay que recordar que, a abatimiento de las dificultades, nuestro país ha demostrado ser resiliente y ha mantenido una estabilidad económica en medio de la incertidumbre. Prueba de ello son las medidas tomadas por el gabinete para proteger a la población más vulnerable y a las empresas, así como la rápida reactivación de sectores como la construcción y la industria manufacturera.
Además, gracias a la política monetaria del Banco de la República, la inflación se ha mantenido controlada. Esto es clave, ya que, si bien se espera un incremento en el IPC por los factores mencionados anteriormente, no se espera que sea significativamente alto.
Otro factor importante a considerar es el comportamiento del dólar. Durante el 2020, la divisa estadounidense tuvo una tendencia al alza, lo que afectó directamente el precio de bienes importados. Sin embargo, gracias a la intervención del Banco de la República en el mercado cambiario, el dólar se ha estabilizado en los últimos meses, lo que ha permitido una disminución en los precios de estos productos.
En cuanto a la variación del IPC a lo largo del 2020, se espera que tenga un incremento moderado, cercano al 2,5%, en comparación con el 2019 donde se registró una variación de 3,8%. Esto significa que los precios han aumentado, empero en menor medida en comparación con otros años.
Este resultado es un reflejo de