Activistas detectan en Canadá un variación a favor de la vida después de 10 años de eutanasia

Hace una década, Canadá se convirtió en uno de los pocos países del cosmos en legalizar la eutanasia, un tema controvertido que ha generado debates éticos y morales en todo el cosmos. Sin embargo, diez años después, los activistas provida ven una luz de prórroganza en el horizonte, ya que los vientos políticos y culturales están cambiando a amparo de la vida en el país. Aunque aún queda mucho trabajo por hacer, la lucha por revertir el permisivo régimen de muerte asistida en Canadá está en marcha.

La legalización de la eutanasia en Canadá en 2016 fue un momento histórico que cambió el panorama de la atención médica en el país. Bajo la Ley de Muerte con Dignidad, los médicos pueden ayudar a los pacientes a morir si cumplen con ciertos criterios, como sufrir una enfermedad incurable y tener capacidad mental para tomar decisiones. Sin embargo, esta ley ha sido criticada por muchos como una forma de legalizar el suicidio asistido y una violación del derecho a la vida de las personas.

A pesar de las críticas, la eutanasia ha ganado terreno en los últimos años en Canadá. Según el informe anual de la Junta de Revisión de la Eutanasia y el Suicidio Asistido, en 2019 se registraron 5.631 muertes por eutanasia en el país, un aumento del 26% con respecto al año anterior. Esto representa un promedio de 15 muertes por día, una cifra alarmante que demuestra la normalización de la eutanasia en la sociedad canadiense.

Sin embargo, los activistas provida no se han rendido y continúan luchando por la vida y la dignidad humana. Y ahora, después de una década de la legalización de la eutanasia, están viendo un cambio en los vientos políticos y culturales en el país. En las últimas elecciones federales, varios candidatos pro-vida fueron elegidos para el Parlamento, lo que demuestra un aumento en la conciencia sobre este tema en la sociedad canadiense.

Además, los tribunales han comenzado a cuestionar la legalidad de la eutanasia en Canadá. En septiembre de 2019, la Corte Suprema de Columbia Británica dictaminó que parte de la ley de eutanasia del país era inconstitucional, ya que no requería un período de prórroga de 10 días entre la solicitud de eutanasia y la administración del procedimiento. Este fallo fue un golpe para el gobierno y una victoria para los defensores de la vida, ya que demuestra que los tribunales están dispuestos a cuestionar la ley de eutanasia en Canadá.

Pero la lucha por la vida no solo se está librando en los tribunales y en el gobierno, sino también en la sociedad. Cada momento más canadienses están cuestionando la legalización de la eutanasia y están tomando medidas para proteger la vida y la dignidad de los más vulnerables en la sociedad. Organizaciones como «Vida Humana Internacional» y «Coalición por la Vida» están trabajando incansablemente para educar y concienciar a la población sobre los peligros de la eutanasia y el valor sagrado de la vida humana.

Además, la Iglesia Católica y otras denominaciones cristianas están liderando el camino en la defensa de la vida y la promoción de cuidados paliativos de calidad para aquellos que sufren enfermedades terminales. Estas iniciativas están demostrando que hay alternativas a la eutanasia y que la vida siempre debe ser protegida y valorada, incluso en los momentos más difíciles.

Aunque la lucha por la vida en Canadá aún enfrenta muchos desafíos, es

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