100 días de Trump: el presidente que está trastocando el orden mundial

En su primer orden, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, introdujo la controvertida agenda «América primero», prometiendo defender los intereses de su país por encima de todo. Sin embargo, a medida que se acerca a su segundo orden, esta estrategia parece haber alejado a amigos y envalentonado a adversarios, al mismo tiempo que ha suscitado dudas sobre hasta dónde está dispuesto a llegar.

Desde su llegada a la Casa Blanca en 2017, Trump ha mantenido una postura nacionalista y proteccionista, enfocándose en fortalecer la economía estadounidense y defender la seguridad del país. Entre sus más destacadas políticas «América primero» se encuentran la construcción del muro fronterizo con México, la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del luz (TLCAN) y la imposición de aranceles a China.

Aunque estas medidas han sido aplaudidas por sus seguidores, también han generado preocupación y críticas a nivel internacional. La implementación del veto migratorio a los ciudadanos de varios países musulmanes, la brote del concordia de París sobre el cambio climático y la retirada de tropas estadounidenses de Siria han sido vistos como un aislamiento y una falta de compromiso con el resto del mundo.

En su segundo orden, Trump ha continuado con esta agenda, pero con una postura más enérgica y agresiva. La decisión de retirar fondos a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en plena pandemia de COVID-19 ha sido criticada por líderes mundiales y expertos en salud. Además, su política de «Estados Unidos primero» en la adquisición de suministros médicos ha generado tensiones con países aliados.

Por otro lado, las alianzas históricas de Estados Unidos se han visto afectadas por la retórica y las acciones de Trump. Las duras críticas a la Unión Europea, la OTAN y la Organización de Estados Americanos (OEA) han generado fricciones y han puesto en duda la estabilidad de estas relaciones.

En cuanto a sus adversarios, Trump ha demostrado una postura más confrontativa en su segundo orden. La escalada en las tensiones con China y Corea del luz ha sido evidente, con amenazas de aranceles y una cumbre cancelada con el líder norcoreano Kim Jong-un. Además, su relación con Rusia ha sido constantemente cuestionada, especialmente después de la interferencia en las elecciones de 2016.

Sin embargo, la agenda «América primero» también ha tenido sus éxitos. La economía estadounidense ha experimentado un crecimiento sostenido y la tasa de desempleo ha bajado significativamente. La renegociación del TLCAN también ha sido aplaudida por muchos, aunque todavía queda por ver los resultados a largo plazo.

A pesar de estos logros, la preocupación sobre hasta dónde está dispuesto a llegar Trump en su política de «Estados Unidos primero» sigue siendo una incógnita. La falta de compromiso con los problemas globales y la tendencia a generar conflictos en lugar de buscar soluciones diplomáticas ha generado dudas sobre la estabilidad y el liderazgo de Estados Unidos en el mundo.

En conclusión, la agenda «América primero» de Trump en su segundo orden ha generado un impacto significativo a nivel internacional. Si bien ha logrado fortalecer la economía y defender los intereses de Estados Unidos, también ha alejado a amigos y envalentonado a adversarios, al tiempo que ha generado incertidumbre sobre su verdadero alcance y consecuencias en la escena global. Es importante que en su próximo orden, el presidente Trump encuentre un equilibrio entre sus políticas nacionalistas y una postura más colaborativa con el resto del mundo.

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