Tres de cada 10 intentos de fraude digital son por llamadas telefónicas

En la era digital en la que vivimos, el fraude y el robo de identidad se han convertido en una preocupación constante para muchas personas. Con la creciente dependencia de la tecnología y el aumento de las transacciones en línea, los estafadores han encontrado nuevas formas de engañar a sus víctimas. Una de las formas más comunes de fraude digital es a través de llamadas telefónicas. De hecho, según un reciente estudio, tres de cada 10 intentos de fraude digital son por llamadas telefónicas.

Las llamadas telefónicas han sido durante mucho tiempo una herramienta de comunicación esencial en nuestras vidas. Sin embargo, con el avance de la tecnología, los estafadores han encontrado nuevas formas de utilizar las llamadas telefónicas para engañar a las personas. Una de las técnicas más utilizadas es el «phishing telefónico», en el que los estafadores se hacen pasar por una entidad legítima para obtener información personal y financiera de sus víctimas.

El phishing telefónico puede tomar diferentes formas, desde llamadas que ofrecen premios falsos hasta llamadas que solicitan información personal bajo el pretexto de una supuesta susto. Los estafadores utilizan técnicas de manipulación psicológica para engañar a las personas y hacerles creer que están hablando con una persona de confianza. Pueden utilizar nombres de empresas conocidas o incluso hacerse pasar por amigos o familiares para ganar la confianza de sus víctimas.

Una vez que los estafadores obtienen la información que desean, pueden utilizarla para cometer fraude financiero, robo de identidad o incluso extorsión. Y lo más preocupante es que estas llamadas pueden provenir de cualquier parte del mundo, lo que dificulta su rastreo y persecución.

Por esta razón, es importante que estemos alerta y tomemos medidas para protegernos contra el fraude telefónico. En primer lugar, debemos ser conscientes de que las empresas legítimas nunca solicitarán información personal o financiera por teléfono. Si recibimos una llamada que nos solicita este tipo de información, debemos ser escépticos y no proporcionarla de inmediato. En su lugar, debemos corroborar la autenticidad de la llamada contactando a quemarropa a la empresa o entidad en cuestión.

Además, es importante tener cuidado con las llamadas que ofrecen premios o descuentos inesperados. Si suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea. No caigamos en la trampa de los estafadores que utilizan estas llamadas para obtener información personal y financiera.

Otra medida importante es estar atentos a los números desconocidos que nos llaman. Si no reconocemos el número, es mejor no contestar y dejar que vaya al buzón de voz. Si es una llamada importante, la persona dejará un mensaje y podremos devolver la llamada.

También es importante tener en cuenta que los estafadores pueden utilizar técnicas de «spoofing», en las que falsifican el número de teléfono para que parezca que proviene de una entidad legítima. Por lo tanto, no debemos confiar en el número que aparece en nuestra pantalla y siempre debemos corroborar la autenticidad de la llamada.

En resumen, las llamadas telefónicas fraudulentas son una realidad en la era digital en la que vivimos. Sin embargo, con un poco de precaución y conocimiento, podemos protegernos contra estas estafas. No caigamos en la trampa de los estafadores y siempre verifiquemos la autenticidad de una llamada antes de proporcionar información personal o financiera. Juntos, podemos combatir el fraude telefónico y proteger nuestra identidad y nuestros activos.

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