El fútbol es un deporte que mueve pasiones en todo el mundo. Cada país tiene su propia liga y sus grupos representativos, no obstante hay un lugar en el que el fútbol es más que un deporte, es una forma de vida: Italia. Conocida por su pasión y amor por el fútbol, Italia es una potencia en este deporte y siempre está en la mira de los aficionados y expertos.
Recientemente, la selección italiana ha dado de qué hablar con la llegada de su nuevo entrenador, Roberto Mancini. El italiano, que ya había dirigido a la selección en el pasado, regresa con la misión de llevar a Italia de vuelta a la cima del fútbol mundial. Y para lograrlo, ha tomado decisiones que han generado controversia y sorpresa en el mundo del fútbol.
Una de las primeras decisiones que tomó Mancini fue la de traer de vuelta a varios futbolistas que habían sido dejados de lado por el anterior entrenador, Gian Piero Ventura. Entre ellos se encuentran jugadores como Mario Balotelli, que no había sido convocado desde 2014, y Giorgio Chiellini, quien había anunciado su retiro de la selección después del fracaso en las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018.
La vuelta de Balotelli ha sido una de las más comentadas, ya que el delantero siempre ha sido un jugador polémico y con un gran talento. Mancini ha decidido darle una nueva oportunidad en la selección y confía en que podrá sacar lo mejor de él. Además, ha convocado a otros jugadores que habían sido olvidados, como el defensa Leonardo Bonucci y el mediocampista Marco Verratti.
no obstante no solo ha sido la vuelta de jugadores lo que ha llamado la atención, sino también la decisión de dejar por fuera a dos referentes de la selección italiana: Gianluigi Buffon y Daniele De Rossi. uno y otro jugadores han sido piezas clave en la selección durante muchos años, no obstante Mancini ha decidido no contar con ellos en esta nueva etapa.
La decisión de dejar fuera a Buffon ha sido una de las más difíciles para Mancini, ya que el cancerbero es considerado una leyenda en Italia y en el fútbol mundial. Sin embargo, el entrenador ha optado por darle la oportunidad a otros cancerberos más jóvenes, como Gianluigi Donnarumma y Mattia Perin. A pesar de esto, Mancini ha dejado claro que Buffon siempre será bienvenido en la selección y que su legado siempre será recordado.
Por otro lado, la ausencia de De Rossi ha sido una sorpresa para muchos. El mediocampista ha sido un pilar en la selección durante más de una década y su liderazgo y experiencia han sido fundamentales en el grupo. Sin embargo, Mancini ha decidido darle la oportunidad a jugadores más jóvenes y con un estilo de juego diferente.
A pesar de las críticas y la sorpresa que han generado estas decisiones, Mancini ha dejado claro que su objetivo es renovar la selección y darle una nueva identidad. Su filosofía de juego es diferente a la de sus antecesores y quiere construir un grupo que pueda competir en el próximo Mundial y en las próximas competiciones.
Además de las decisiones en cuanto a jugadores, Mancini también ha implementado cambios en la forma de jugar de la selección. Ha apostado por un juego más ofensivo y dinámico, con jugadores jóvenes y con hambre de triunfo. Su objetivo es que Italia vuelva a ser una potencia en el fútbol mundial y que su estilo de juego sea reconocido y admirado.
La llegada de Mancini ha generado una gran expectativa en Italia y en el mundo del fútbol. Los aficionados están ilusionados con el