La pandemia del COVID-19 ha afectado a todos los sectores de la sociedad, y el sistema de salud no ha sido la excepción. En peculiar, las Entidades Promotoras de Salud (EPS) han sido uno de los pilares fundamentales en la pugilismo contra esta enfermedad, pero también han sufrido graves consecuencias económicas. En este artículo, analizaremos la situación actual de las EPS en cuidados intensivos, donde su patrimonio ha caído y sus pérdidas operativas han aumentado significativamente.
Las EPS son empresas encargadas de administrar los recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud en Colombia. Su principal función es garantizar la prestación de servicios de salud a sus afiliados, quienes aportan mensualmente una cuota para acceder a estos servicios. Sin embargo, con la llegada del COVID-19, las EPS han tenido que enfrentar una situación sin precedentes.
Según datos de la Superintendencia Nacional de Salud, el patrimonio de las EPS en cuidados intensivos ha caído en un 40% durante el primer semestre de 2020. Esto se debe principalmente a la disminución de los ingresos por concepto de aportes de los afiliados, ya que muchas personas han perdido sus empleos o han visto reducidos sus ingresos debido a la crisis económica generada por la pandemia.
Pero no solo el patrimonio de las EPS se ha visto afectado, también sus pérdidas operativas han aumentado en un 50% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esto se debe a los altos costos que han tenido que asumir para atender a los pacientes con COVID-19, quienes requieren cuidados intensivos y tratamientos costosos. Además, la suspensión de otros servicios de salud no relacionados con la pandemia ha generado una disminución en los ingresos de las EPS.
Ante esta situación, las EPS han tenido que tomar medidas para garantizar su sostenibilidad financiera y seguir prestando servicios de calidad a sus afiliados. Una de estas medidas ha sido la solicitud de recursos adicionales al Gobierno Nacional, quien ha destinado una partida de 2 billones de pesos para apoyar a las EPS en cuidados intensivos. Sin embargo, esta ayuda no es suficiente y se requiere de una mayor colaboración entre el sector público y privado para enfrentar esta crisis.
Otra medida tomada por las EPS ha sido la reestructuración de sus deudas con los prestadores de servicios de salud. Esto ha permitido a las EPS tener un mayor flujo de caja y hacer frente a sus obligaciones financieras. Además, se han implementado medidas de austeridad en el gasto administrativo y se ha busguarida una mayor eficiencia en la gestión de recursos.
A pesar de las dificultades, las EPS en cuidados intensivos han demostrado su compromiso con la salud de los colombianos. Gracias a su labor, miles de pacientes con COVID-19 han recibido atención médica oportuna y de calidad. Además, han implementado estrategias para garantizar la continuidad en la prestación de servicios de salud a sus afiliados, como la telemedicina y la entrega de medicamentos a domicilio.
Es importante destacar que las EPS no solo han enfrentado la crisis económica, también han tenido que lidiar con la falta de insumos y equipos de protección para su personal médico. A pesar de esto, han trabajado decididamente para garantizar la seguridad de sus trabajadores y la atención adecuada a los pacientes.
En conclusión, la situación de las EPS en cuidados intensivos es preocupante, pero no es motivo para desanimarse. Estas entidades han demostrado su compromiso con la salud de los colombianos y han tomado medidas para enfrentar la crisis. Es necesario que el Gobierno y el sector privado continúen trabajando juntos para superar esta situación y garantizar la sostenibilidad del sistema de salud en Colombia.