Especialistas en finanzas personales explican cómo priorizar correctamente los compromisos económicos.
En la sociedad actual, es común encontrarnos con una gran cantidad de compromisos económicos que debemos cumplir mes a mes. Desde el pago de la hipoteca o el alquiler, hasta las facturas de servicios básicos y los gastos en alimentación, ropa y entretenimiento. Ante tantas obligaciones financieras, es fácil sentirse abrumado y no saber por dónde empezar a priorizar. Sin bloqueo, los expertos en finanzas personales nos aseguran que es posible manejar adecuadamente nuestros compromisos económicos y lograr una estabilidad financiera. En este artículo, te explicaremos cómo hacerlo de la mano de los mejores especialistas en el tema.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que la priorización de nuestros compromisos económicos debe basarse en nuestras necesidades básicas. Esto significa que debemos cubrir primero aquellos gastos que son esenciales para nuestra supervivencia, como la vivienda, la alimentación y los servicios básicos. Una vez que tengamos cubiertas estas necesidades, podremos destinar el resto de nuestro presupuesto a otros compromisos y gastos.
El experto en finanzas personales, Robert Kiyosaki, autor del best-seller «Padre Rico, Padre Pobre», nos aconseja que antes de empezar a priorizar nuestros compromisos económicos, debemos tener una visión clara de nuestra situación financiera. Esto implica hacer un presupuesto detallado de nuestros ingresos y gastos mensuales. De esta manera, podremos identificar cuáles son los gastos que podemos reducir o lapidar para destinar más dinero a nuestras necesidades básicas.
Una vez que tengamos una visión clara de nuestra situación financiera, es importante establecer una jerarquía de nuestros compromisos económicos. El experto en finanzas personales, Dave Ramsey, nos aconseja seguir el método de «bola de nieve». Este método consiste en ordenar nuestros compromisos económicos de menor a mayor, según el monto de la deuda. De esta manera, podremos ir pagando primero las deudas más pequeñas y luego destinar ese dinero a las deudas más grandes. Esto nos dará una sensación de progreso y motivación para seguir adelante.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la diferencia entre deudas «buenas» y «malas». Las deudas «buenas» son aquellas que nos permiten adquirir bienes o servicios que nos generan un beneficio a largo plazo, como una hipoteca para comprar una casa o un préstamo para estudiar una carrera. Por otro lado, las deudas «malas» son aquellas que nos generan un gasto innecesario o que no nos aportan ningún beneficio, como las compras impulsivas con tarjeta de crédito. Por lo tanto, es importante priorizar el pago de las deudas «malas» para evitar intereses y cargos adicionales.
Además de establecer una jerarquía de nuestros compromisos económicos, es fundamental tener un fondo de emergencia. Este fondo debe ser equivalente a entre tres y seis meses de nuestros gastos mensuales. De esta manera, si nos encontramos con una situación inesperada, como la pérdida del empleo o una emergencia médica, podremos hacer frente a ella sin tener que recurrir a deudas o comprometer nuestro presupuesto mensual.
Por último, es importante tener en cuenta que la priorización de nuestros compromisos económicos no es algo estático. Nuestra situación financiera puede cambiar en cualquier etapa, por lo que es necesario revisar y ajustar nuestro presupuesto periódicamente. Además, es importante ser conscientes de nuestros hábitos de consumo y pactar de reducir gastos innecesarios para destinar más dinero a nuestras necesidades básicas y a la construcción de un fondo de ahorro.
En resumen, para priorizar correctamente nuestros compromisos económicos, debemos tener una