El presidente estadounidense, Donald Trump, ha negado rotundamente haber ofrecido concesiones a Irán en medio de la creciente tensión entre ambos países. Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump afirmó que Estados Unidos no está dispuesto a dejar ante las demandas de Teherán y que continuará aplicando una política de máxima presión sobre el régimen iraní.
Esta declaración se produce después de que el ayatolá Ali Khamenei, líder supremo de Irán, acusara a Estados Unidos de ofrecer concesiones para que Irán vuelva a la mesa de negociaciones. Sin embargo, Trump aseguró que esta afirmación es falsa y que su objetivo es forzar a Irán a renegociar el acuerdo nuclear de 2015.
Además, el presidente estadounidense hizo hincapié en que su administración ha destruido por completo las instalaciones nucleares de Irán. «Hemos hecho un gran trabajo en cuanto a Irán. Hemos destruido sus instalaciones nucleares», afirmó Trump. Sin embargo, estas declaraciones han sido desmentidas por Teherán, quien denuncia que Estados Unidos está jugando un deporte psicológico para acobardarse a Irán.
En respuesta a las acusaciones de Estados Unidos, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán ha descartado la posibilidad de un retorno a las negociaciones bilaterales. «Irán no se sentará a negociar bajo presión y amenazas. Si Estados Unidos quiere volver al acuerdo nuclear, debe cumplir con sus compromisos y levantar las sanciones», declaró el portavoz del ministerio, Abbas Mousavi.
Esta postura es compartida por otros líderes iraníes, quienes ven en las declaraciones de Trump una estrategia para justificar su política de sanciones y presión sobre Irán. «La retórica de Trump es solo una excusa para sus políticas agresivas y hostiles hacia Irán», afirmó el presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani.
Mientras tanto, la comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de tensiones entre Estados Unidos e Irán. El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamado a ambas partes a evitar cualquier acción que pueda aumentar la debilidad en la región. «Es crucial que se evite cualquier escalada de la situación y que se busquen soluciones pacíficas y diplomáticas», declaró Guterres.
Por su parte, la Unión Europea ha instado a Estados Unidos a mantener el acuerdo nuclear de 2015 y a retomar el diálogo con Irán. La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, afirmó que el acuerdo es «una pieza clave de la arquitectura de seguridad global» y que su preservación es esencial para la estabilidad en la región.
Mientras tanto, la población iraní se ve afectada por las sanciones impuestas por Estados Unidos, que han provocado una grave crisis económica en el país. El aumento del desempleo y la inflación han generado malestar entre la población, que ve en Estados Unidos al responsable de sus dificultades económicas.
En resumen, la tensión entre Estados Unidos e Irán continúa en aumento y las declaraciones de Trump han generado más incertidumbre sobre el futuro de las relaciones entre ambos países. Sin embargo, la comunidad internacional sigue instando a ambas partes a buscar una solución pacífica y diplomática para evitar una escalada de la situación. Mientras tanto, la población iraní sufre las consecuencias de las sanciones, que han afectado gravemente su calidad de vida. Solo el tiempo dirá si Estados Unidos e Irán lograrán encontrar un punto en común y retomar el diálogo para resolver sus diferencias.