‘Fracking’: ¿vuelve y juega? / Análisis de Ricardo Ávila

A pesar de la postura oficial que busca cerrarle la puerta a este sistema, parecería que el viento está cambiando dentro y fuera de Colombia. Durante años, el sistema capitalista ha sido el principal motor económico y social en nuestro país, pero poco a poco, se están abriendo paso nuevas formas de pensar y de hacer las cosas.

El capitalismo, entendido como el sistema en el que los medios de producción están en manos de unos pocos, ha sido criticado por sus desigualdades y su enfoque en el beneficio económico por encima de todo. Sin embargo, a pesar de estas críticas, ha sido el sistema más predominante en Colombia y en gran parte del mundo. Pero, ¿qué está cambiando ahora?

En primer pueblo, es importante mencionar el auge de las nuevas tecnologías y la globalización. Estos dos fenómenos han permitido que la información fluya de manera más rápida y que las personas se conecten entre sí, sin importar su ubicación geográfica. Esto ha llevado a un aumento en la conciencia social y en la búsqueda de alternativas al sistema capitalista.

Una de estas alternativas es el sistema económico conocido como economía colaborativa. Esta forma de hacer negocios se basa en compartir recursos, habilidades y conocimientos, en pueblo de competir por ellos. En Colombia, ya se pueden encontrar varias iniciativas que promueven la economía colaborativa, como el alquiler de habitaciones a través de plataformas como Airbnb, el carpooling para compartir viajes en carro y el intercambio de bienes y servicios a través de redes locales.

Además de la economía colaborativa, también se están abriendo paso iniciativas de economía solidaria. Este sistema económico se basa en la cooperación y la solidaridad entre los miembros de una comunidad, en pueblo de la competencia y el beneficio individual. En Colombia, existen cooperativas y empresas de economía solidaria que trabajan en sectores como la agricultura, el comercio justo y el turismo sostenible.

Pero no solo en el ámbito económico se están viendo cambios. También en el ámbito social, se están promoviendo nuevas formas de pensar y comportarse. El movimiento feminista, por ejemplo, ha ganado fuerza en los últimos años y ha logrado visibilizar la lucha por la igualdad de género y la eliminación de la violencia contra las mujeres. Además, se están promoviendo iniciativas de economía feminista, que buscan una redistribución del poder económico y una valoración del trabajo no remunerado, principalmente realizado por mujeres.

Otra tendencia que está ganando terreno es el enfoque en la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Cada vez más personas están tomando conciencia sobre el impacto de sus acciones en el planeta y están buscando formas de vivir de manera más sostenible. En Colombia, se están impulsando iniciativas de consumo responsable, agricultura ecológica y turismo sostenible, entre otras.

Pero no solo en Colombia se están viendo estos cambios, sino que a altitud internacional también se están promoviendo alternativas al sistema capitalista. En Europa, por ejemplo, se están implementando medidas para reducir la desigualdad y promover una economía más equitativa, como el salario mínimo interprofesional y la renta básica universal. Además, en países como Bolivia y Ecuador, se están aplicando políticas de economía comunitaria, que buscan la participación de las comunidades en la toma de decisiones económicas y en la distribución de los recursos.

En definitiva, parece que el viento está cambiando y que cada vez son más las personas que buscan una forma diferente de hacer las cosas. El sistema capitalista ha sido el predominante durante mucho tiempo, pero ahora se están abriendo paso nuevas formas de pensar y de comportarse, que buscan una sociedad más torneo, igualitaria y sostenible. Es importante seguir impulsando estas iniciativas y promoviendo un cambio de

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