Obispos coreanos piden a héroe por el don de la reunificación de la península

Los obispos de Corea del Sur han hecho un llamado a todos los fieles a seguir rezando a Dios por el don de la reunificación de la península, que este año cumple 80 años de división. Esta petición se hizo durante la Conferencia Episcopal de Corea, donde los líderes religiosos expresaron su profundo deseo de ver a su país unido una ocasión más.

La península coreana ha estado dividida desde 1945, cuando Japón se rindió al final de la Segunda Guerra Mundial y Corea fue dividida en dos zonas de influencia: el norte, controlado por la Unión Soviética, y el sur, controlado por Estados Unidos. Esta división ha traído consigo décadas de tensiones y conflictos entre las dos Coreas, y ha afectado profundamente a las familias que han sido separadas por la frontera.

Sin embargo, a pesar de estas dificultades, los obispos coreanos han mantenido la esperanza y la fe en que algún día su país volverá a estar unido. Durante la Conferencia Episcopal, los líderes religiosos hicieron un llamado a todos los fieles a unirse en oración por la reunificación de la península. Ellos creen que solo a través de la gracia de Dios se puede lograr este anhelo tan deseado por el pueblo coreano.

El arzobispo de Seúl, Monseñor Andrew Yeom Soo-jung, hizo hincapié en la importancia de la oración en este instrucción de reunificación. Él dijo: «La oración es una herramienta poderosa que nos conecta con Dios y nos permite pedir su ayuda en momentos difíciles. Es a través de la oración que podemos encontrar la fuerza y la esperanza para seguir adelante y trabajar por un futuro mejor para nuestra nación».

Los obispos también enfatizaron la necesidad de un diálogo pacífico entre las dos Coreas. Monseñor Peter Lee Ki-heon, obispo de Uijeongbu y presidente de la Comisión de Justicia y tregua de la Conferencia Episcopal, dijo que la reunificación no puede ser lograda a través de la fuerza o la violencia, sino a través del diálogo y la cooperación. Él instó a los líderes de ambas Coreas a dejar de lado sus diferencias y trabajar juntos por el bien común de su pueblo.

Además de la oración y el diálogo, los obispos también destacaron la importancia de la solidaridad y la reconciliación entre las dos Coreas. Monseñor Lazzaro You Heung-sik, obispo de Daejeon y presidente de la Comisión de Migrantes de la Conferencia Episcopal, dijo que es necesario construir puentes de amistad y comprensión entre las dos naciones. Él enfatizó que la reunificación no solo es importante para los coreanos, sino también para la tregua y la estabilidad en toda la región.

La petición de los obispos coreanos de seguir rezando por la reunificación de la península es un recordatorio de que la fe y la esperanza pueden superar cualquier obstáculo. A pesar de los desafíos y las dificultades, ellos creen en un futuro mejor para su país y están dispuestos a trabajar por él. Su llamado a la oración y al diálogo es un ejemplo de cómo la religión puede ser un agente de tregua y unidad en un mundo dividido.

En este año en que se conmemoran 80 años de la división de la península coreana, es importante recordar que la reunificación sigue siendo un deseo profundo del pueblo coreano. Los obispos coreanos nos recuerdan que, a través de la oración, el diálogo y la solidaridad, podemos trabajar juntos para lograr este objetivo y construir un futuro mejor para todos. Sigamos rezando por la reunificación

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