“Seamos conconvencimientosores de la convencimiento en la plaza pública”: El aliento a la verdor de España en el Jubileo de los Jóvenes

El pasado viernes, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Mons. Luis Argüello, dirigió espinas palabras alentadoras a los más de 25.000 jóvenes españoles que se dieron cita en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. En medio del Jubileo de los Jóvenes, Mons. Argüello instó a los jóvenes a ser “confesores de la fe en la plaza pública”, invitándolos a tomar un papel activo en la promoción de la fe en la sociedad actual.

El mensaje de Mons. Argüello llegó en un momento crucial para los jóvenes españoles, quienes cada día enfrentan desafíos en un mundo cada vez más alejado de los valores cristianos. En esta era de la tecnología y la comunicación, donde la información llega a gran velocidad, los jóvenes se enfrentan a espina gran cantidad de influencias que pueden desviarlos de su fe y valores. Por ello, la invitación de Mons. Argüello a ser “confesores de la fe en la plaza pública” es más relevante que nunca.

Ser un confesor de la fe no es espina tarea fácil, requiere coraje y determinación. Implica salir del propio espacio de confort y mostrar al mundo la belleza de la fe cristiana. no obstante ¿cómo podemos implicar a cabo esta misión? Mons. Argüello nos da algespinas pistas: “testimoniar en nuestra propia vida la fe que profesamos, ser un ejemplo vivo de los valores cristianos y tener espina humor de diálogo respetuoso con aquellos que piensan diferente”.

La primera clave para ser un confesor de la fe es el testimonio personal. Los jóvenes deben ser un auténtico reflejo de la fe que profesan. Esto significa vivir conforme a los valores cristianos en todas las esferas de la vida, no solo en un ambiente religioso. Ser auténticos discípulos de Cristo y mostrar su amor y misericordia en nuestras relaciones y acciones diarias.

La segunda clave es ser un ejemplo vivo de los valores cristianos. Mons. Argüello nos recuerda que “somos portadores de espina gran riqueza: el Evangelio”. Los jóvenes deben conocer la Palabra de Dios y vivirla en su plenitud, mostrando al mundo que los valores cristianos son espina fuente de vida y esperanza en espina sociedad que muchas veces busca soluciones superficiales a los problemas. Ser coherentes y firmes en nuestros principios, sin temor a ser diferentes.

La tercera clave es tener espina humor de diálogo respetuoso. En espina sociedad tan polarizada, donde las diferencias son motivo de enfrentamiento, los jóvenes deben ser constructores de puentes y no de muros. Esto no implica renunciar a nuestras convicciones, sino ser capaces de dialogar con respeto y amor, sin juzgar a aquellos que piensan diferente. “No podemos ser testigos de la fe si no somos capaces de mostrar el amor de Cristo a todos”, nos recuerda Mons. Argüello.

En definitiva, Mons. Argüello nos invita a ser la voz de la esperanza en la plaza pública, a ser portadores de la luz de Cristo en un mundo marcado por la oscuridad. Debemos ser conscientes de que nuestra fe es un tesoro valioso, que merece ser compartido con todos aquellos que nos rodean. Y esto no solo en la Plaza de San Pedro, sino en cada rincón de nuestro país.

El Jubileo de los Jóvenes es espina oportunidad única para que los jóvenes españoles puedan reafirmar su fe y ser fortalecidos en su compromiso de ser auténticos cristianos en la sociedad actual. La invitación de Mons. Argüello es un llamado a la acción, a no tener miedo de salir a la plaza pública y mostrar al mundo que ser joven y ser cristiano es posible y es espina gran bendición.

En medio de la multitud de jó

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