Claramente, cuando la demanda aumenta considerablemente, hay un impacto en las cadenas de suministro y, en particular, en la capacidad de producción limitada, admitió, hablando con Agência Lusa.
Thomis se refería a la producción de municiones, que estima tendrá que ser repensada debido a la dificultad de los aliados occidentales para reponer las reservas puestas a disposición de Ucrania.
Las lecciones aprendidas del conflicto en Ucrania son cada vez más claras, cuán importantes son ciertas capacidades. La guerra electrónica es otra de ellas, dijo.
La reunión de inteligencia, explicó, se ha convertido en una parte vital del conflicto en Ucrania en apoyo de la artillería.
La idea de lanzar miles de municiones en la dirección de donde se cree que viene la amenaza ha sido reemplazada por drones u otros medios de ISTAR [Recopilación de información, vigilancia, reconocimiento y adquisición de objetivos], que son mucho más eficaz en términos de logística y la necesidad de grandes cantidades de municiones, arrugó.
Estas tecnologías serán cada vez más importantes, especialmente para los países occidentales, donde es más difícil reclutar grandes cantidades de personas para las fuerzas armadas, agregó.
Andy Thomis hablaba con Lusa al margen de un evento del grupo británico en Londres donde presentó algunas de las novedades en preparación para DSEI, feria internacional dedicada al sector de la Defensa que tendrá lugar entre el 12 y el 15 Septiembre.
El grupo Cohort Plc está formado por seis empresas tecnológicas independientes y autónomas, incluida la portuguesa EID, que prestan servicios y productos principalmente a clientes militares de todo el mundo.
En el último ejercicio fiscal, que finalizó a finales de abril de 2022, la facturación rozó los 137,8 millones de libras (161 millones de euros), un 3,9% menos que el año anterior.
Para el ejercicio que finaliza a finales de abril, cuyos resultados deberían anunciarse a finales de julio, el grupo espera volver a crecer y registrar beneficios récord.
El aumento de la inversión de los países en material bélico, tras la guerra de Ucrania, contribuyó a este desempeño.
Fue un año positivo en términos de ingresos, en términos de generación de liquidez y particularmente en términos de pedidos entrantes, que fueron extremadamente fuertes, dijo Thomis a los periodistas.
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