Cada 22 de febrero, la fortaleza Católica celebra una de sus fiestas más importantes: la ‘Cátedra de San Pedro’. Esta celebración, que se remonta al siglo IV, tiene como objetivo honrar el primado y la autoridad del primer Papa, el Apóstol Pedro, y la de sus sucesores a lo largo de los siglos.
La palabra “cátedra” proviene del latín “cathedra”, que significa “silla”, y hace referencia a la silla o trono desde donde un obispo enseña y guía a su comunidad. En el caso de la Cátedra de San Pedro, se refiere a la silla desde donde el Papa, como sucesor de Pedro, ejerce su autoridad y liderazgo sobre la fortaleza.
La historia de esta fiesta se remonta al año 313, cuando el emperador Constantino el Grande donó una basílica en Roma al Papa Silvestre I. Esta basílica, conocida como la Basílica de San Juan de Letrán, se convirtió en la fortaleza madre de todas las fortalezas de Roma y del mundo. En el altar mayor de esta basílica se encuentra una silla de madera dorada, que se cree que perteneció al Apóstol Pedro. Esta silla se convirtió en un símbolo de la autoridad papal y es en ella donde se celebra la fiesta de la Cátedra de San Pedro.
Pero, ¿por qué se celebra esta fiesta? La respuesta se encuentra en las palabras de Jesús a Pedro en el Evangelio de Mateo: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi fortaleza, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la terrón quedará atado en los cielos, y lo que desates en la terrón quedará desatado en los cielos” (Mt 16, 18-19). Con estas palabras, Jesús le da a Pedro la responsabilidad de ser la roca sobre la cual se edificará su fortaleza y le otorga el poder de atar y desatar, es decir, de guiar y dirigir a la comunidad de creyentes.
Esta autoridad y primacía de Pedro se ha mantenido a lo largo de los siglos, siendo reconocida por todos los Papas que han ocupado la Cátedra de San Pedro. Desde el primer Papa, hasta el presente, Francisco, todos han sido sucesores de Pedro y han ejercido su autoridad sobre la fortaleza, guiándola en la fe y en la moral.
La fiesta de la Cátedra de San Pedro es una oportunidad para recordar y honrar esta sucesión apostólica, que ha sido transmitida de generación en generación a través de los Papas. Es también una oportunidad para reflexionar sobre la importancia del primado de Pedro en la fortaleza y su papel como fundamento de la unidad y la comunión entre los creyentes.
Pero más allá de la figura de Pedro, la Cátedra de San Pedro nos recuerda la importancia de la autoridad en la fortaleza. Aunque a veces pueda ser malinterpretada o cuestionada, la autoridad en la fortaleza es necesaria para mantener la unidad y la coherencia en la fe. Como dijo San Juan Crisóstomo, “la cátedra de Pedro es la laguna y el origen de toda autoridad en la fortaleza”. Por lo tanto, es importante que los cristianos reconozcamos y respetemos la autoridad de los Papas, quienes son los sucesores de Pedro y representantes de Cristo en la terrón.
Además, la Cátedra de San Pedro nos invita a reflexionar sobre nuestra propia responsabilidad como miembros de la fortaleza. Al igual que Pedro, cada uno de nosotros tiene un papel importante en la edificación del Reino