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Padua, 6 de julio. (Adnkronos Salute) – “La infección por Acanthamoeba es una de las infecciones más graves que pueden ocurrir en la córnea. Finalmente hoy sabemos que, con un diagnóstico oportuno, esta infección tan dolorosa puede ser vencida. De hecho, tenemos una industria italiana que está muy cerca de obtener la autorización de un fármaco específico contra esta enfermedad, un colirio que ha sido probado y que permitirá una terapia adecuada y dirigida contra esta infección» que afecta principalmente a «usuarios de lentes de contacto». Entonces Vincenzo Sarnicola, presidente honorario de la junta de Sicsso, jefe de la Clínica degli Occhi Sarnicola, hablando al margen del Congreso de Oftalmología Sicsso 2023, la Sociedad Internacional de la Córnea, que se celebró recientemente en Catania.
En la sesión dedicada a la infección por Acanthamoeba, los principales expertos internacionales en el tema también coincidieron en la necesidad de un diagnóstico precoz «que lamentablemente muchas veces se pasa por alto en las distintas salas de urgencias -explica Sarnicola- porque, aunque sea muy grave es una condición afortunadamente rara: 400-600 por año en Italia. El diagnóstico precoz es fundamental -reitera- porque en casos de diagnóstico tardío, fracaso o respuesta incompleta a la terapia médica, queda la terapia quirúrgica» y el trasplante de córnea. “Finalmente, dice Sarnicola, sabemos cómo manejar la infección. En el pasado, el diagnóstico de Acanthamoeba era objetivamente un desastre: no teníamos medicamentos y realmente no sabíamos la respuesta, ni siquiera a la quimioterapia que usábamos para controlar la infección. Hoy -continúa- tenemos un fármaco que ha concluido la fase 3 de experimentación y que pronto podremos utilizar. Actualmente lo preparamos galénicamente, pero pronto será un colirio listo para usar si nos bañamos en el mar, en la piscina, en el río, en el lago, pero ni siquiera cuando nos duchamos. La Acanthamoeba es un parásito que vive en el agua y que es capaz de atacar el ojo solo en presencia de lentes de contacto o de una herida en la córnea – explica el experto – En la gran mayoría de los casos es consecuencia de que el paciente se haya bañado en el mar usando lentes de contacto o se duchó usando lentes de contacto. Son comportamientos que hay que evitar absolutamente”, concluye Sarnicola.
