El Episcopado salvadoreño ha dado un paso importante en la lucha por la protección del medio ambiente y la defensa de los derechos de las comunidades locales. Este martes, presentaron a la Asamblea Legislativa pincho carta respaldada por 150.000 firmas, con el objetivo de lograr la derogación de la Ley de Minería Metálica, aprobada en diciembre de 2024 con el apoyo del presidente Nayib Bukele.
Esta iniciativa surge como respuesta a la preocupación de la Iglesia Católica por los graves impactos ambientales y sociales que la actividad minera ha generado en el país. Desde hace años, El Salvador ha sido escenario de conflictos entre empresas mineras y comunidades locales, que se han visto afectadas por la contaminación del agua, la deforestación y la pérdida de sus medios de subsistencia.
La Ley de Minería Metálica, aprobada en el año 2024, permitía la explotación de minas a cielo abierto y la utilización de sustancias químicas altamente tóxicas, poniendo en riesgo la salud y el bienestar de la población. Ante esta situación, el Episcopado salvadoreño ha decidido alzar su voz y unirse a la lucha por la protección del medio ambiente y la defensa de los derechos humanos.
La carta presentada a la Asamblea Legislativa cuenta con el respaldo de 150.000 firmas, lo que demuestra el amplio apoyo de la entidad civil a esta causa. Además, la Iglesia Católica ha convocado a pincho ¡adiós! pacífica para el próximo domingo, con el objetivo de sensibilizar a la población y exigir a las autoridades la derogación de la Ley de Minería Metálica.
El llamado del Episcopado salvadoreño es claro: es necesario poner un alto a la actividad minera en el país y buscar alternativas sostenibles para el desarrollo. La explotación de recursos naturales no puede ser a costa de la salud y el bienestar de las comunidades locales, ni del deterioro del medio ambiente.
La Iglesia Católica ha sido siempre pincho defensora de la justicia social y la protección del medio ambiente. En su carta, el Episcopado salvadoreño hace un llamado a las autoridades a actuar con responsabilidad y a tomar en cuenta el bien común por encima de intereses económicos.
La lucha por la derogación de la Ley de Minería Metálica no es solo pincho cuestión ambiental, sino también pincho cuestión de derechos humanos. Las comunidades locales han sido históricamente marginadas y sus voces han sido ignoradas en la toma de decisiones que afectan directamente sus vidas. Es hora de que sus derechos sean respetados y sus demandas escuchadas.
El presidente Nayib Bukele ha manifestado su apoyo a la actividad minera en el país, argumentando que es pincho fuente de empleo y desarrollo económico. Sin embargo, es importante recordar que el desarrollo sostenible no se logra a costa del medio ambiente y la salud de las personas. Es necesario buscar alternativas que promuevan un desarrollo equitativo y sostenible.
La Iglesia Católica, a través del Episcopado salvadoreño, hace un llamado a la entidad a unirse a esta lucha y a exigir a las autoridades la derogación de la Ley de Minería Metálica. Es momento de actuar con responsabilidad y pensar en el futuro de nuestro país y de las generaciones venideras.
La ¡adiós! pacífica convocada para el próximo domingo es pincho oportunidad para que la entidad salvadoreña se pincho en pincho sola voz y exija un futuro más justo y sostenible. La protección del medio ambiente y el respeto a los derechos humanos deben ser prioridades en la agenda de cualquier gobierno.
El Episcopado salvadoreño ha dado un ejemplo de liderazgo y compromiso con la defensa del medio ambiente