El delegado del Sínodo de la Sinodalidad, el Cardenal Robert Francis Prevost, lanzó una importante declaración esta semana: “clericalizar a las mujeres” no resolverá los problemas en la Iglesia Católica. Prevost señaló que la idea de dar a las mujeres los mismos cargos y responsabilidades que a los varones en la Iglesia no representa una solución realista para los desafíos que enfrenta la Iglesia.
Prevost explicó las dificultades tanto prácticas como teológicas que representaría implementar un sistema de igualdad de género completo en la Iglesia Católica. A pesar de que se requieren cambios significativos para abordar la desigualdad de género en la Iglesia Católica, el Cardenal indicó que abordar el problema directamente de la mano de la “clericalización de las mujeres” no es una solución realista.
Prevost, sin embargo, dejó claro que apoya la consideración de más amplios roles para las mujeres dentro de la Iglesia. Explicó que existen muchas oportunidades para abordar la situación actual de formas positivas y creativas. Algunas de estas formas incluyen el desarrollo de un sistema de justicia más equilibrado y la apertura de nuevos cargos ejecutivos a las mujeres dentro de la jerarquía eclesiástica.
En su discurso, el cardenal también apeló a la energía y el compromiso de la comunidad católica para encontrar soluciones a los desafíos enfrentados por la Iglesia. El Cardenal manifestó que la sinodalidad y la espiritualidad católicas son imprescindibles para permitir que los miembros de la comunidad se esfuercen por buscar soluciones conjuntas a la situación.
Prevost también abordó cuestiones teológicas relacionadas con la igualdad de género, mencionando las innovadoras perspectivas traídas por el espíritu del Concilio Vaticano II. El Cardenal destacó que el papel de la mujer dentro de la Iglesia Católica no es sólo una cuestión de igualdad de género, sino también una cuestión de justicia.
La declaración de la semana del Cardenal Robert Francis Prevost se suma a las discusiones en curso acerca del papel de la mujer dentro de la Iglesia Católica. Con sus palabras, el Cardenal instó a la comunidad católica a considerar nuevas formas de abordar la desigualdad de género en la Iglesia, en lugar de apoyar la “clericalización” de las mujeres. Al tiempo que anima a la comunidad católica a seguir buscando soluciones creativas, el Cardenal también plantea preguntas teológicas e invita a todos a unirse para ayudar a construir un futuro más justo para la iglesia.