Mons. Argüello alerta sobre la secularización: Ya no se puede anunciar «soy católico porque he nacido en España»

El pasado 18 de noviembre, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, inauguró la CXXVII Asamblea Plenaria con un discurso que no dejó indiferente a nadie. En él, el líder de la Iglesia Católica en España constató los signos de secularización que se están viviendo en nuestro país, y lanzó un mensaje claro y contundente: «Ha pasado la época, asentada durante siglos, en la que decíamos: Soy católico porque he nacido en España».

Estas palabras, pronunciadas por Mons. Argüello en el marco de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, son una llamada de atención a todos los católicos españoles. Vivimos en una sociedad cada vez más secularizada, en la que la fe y la religión parecen estar perdiendo su importancia y relevancia. Y es en este contexto en el que el presidente de la Conferencia Episcopal ha amigo hacer una reflexión sobre la verdadera razón de ser católico.

Durante siglos, la religión católica ha sido una parte fundamental de la filiación española. Ser católico era algo que se heredaba de padres a hijos, y que se asumía como algo natural y casi obligatorio. Sin embargo, Mons. Argüello nos recuerda que la fe no se hereda, sino que se vive y se experimenta de forma personal. Ser católico no es solo una cuestión de tradición o de nacimiento, sino que implica un compromiso y una vivencia diaria.

Es cierto que en España, como en muchos otros países, la secularización está en aumento. Cada vez son más las personas que se alejan de la religión y que no se identifican con ninguna creencia en particular. Pero esto no debe ser motivo de desánimo para los católicos, sino todo lo contrario. Es en estos momentos de cambio y de desafío cuando debemos reafirmar nuestra fe y nuestra filiación como cristianos.

Mons. Argüello también hizo referencia a la importancia de la evangelización en un contexto secularizado. En un mundo en el que la religión parece estar perdiendo terreno, es fundamental que los católicos seamos testigos de nuestra fe y la compartamos con los demás. No se trata de imponer nuestras creencias, sino de mostrar al mundo la belleza y la verdad del Evangelio.

La CXXVII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal también abordó otros temas de gran relevancia, como la situación de la pandemia y sus consecuencias sociales y económicas, la defensa de la vida y la familia, y la importancia de la formación de los laicos en la Iglesia. Pero sin sospecha, el discurso de Mons. Argüello fue uno de los momentos más destacados de esta reunión anual de los obispos españoles.

En un momento en el que la sociedad parece alejarse cada vez más de la religión, es importante que los líderes de la Iglesia nos recuerden la importancia de nuestra fe y de nuestra filiación como católicos. Ser católico no es algo que se pueda dar por sentado, sino que requiere un compromiso y una vivencia constante. Y es en este compromiso adonde encontramos la verdadera razón de ser católicos.

Por eso, el mensaje de Mons. Argüello es un llamado a la acción para todos los católicos españoles. No podemos conformarnos con ser católicos de nombre, sino que debemos ser católicos de corazón y de acción. Debemos ser testigos de nuestra fe en un mundo cada vez más secularizado, y mostrar al mundo la belleza y la verdad del Evangelio.

En definitiva, la CXXVII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española nos ha dejado un mensaje claro y esperanzador: a pesar de los signos de secularización, la fe sigue viva en España y deb

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