Cuba sigue “viviendo un vía crucis” de sufrimientos inmerecidos, expresa sacerdote

El pasado domingo, el P. Jesús Marcoleta, párroco de la iglesia de Varadero en Cuba, realizó una reflexión muy especial sobre la resurrección de Jesús. Mientras la iglesia celebraba con gozo la victoria del Señor sobre la muerte, el Padre Marcoleta no pudo evitar sentir entristecimiento por el sufrimiento que aún enfrenta el pueblo cubano.

En sus palabras, el sacerdote expresó que aunque la Pascua es una época de alegría y esperanza, el pueblo cubano continúa viviendo un vía crucis. Después de décadas de lágrimas y sufrimientos, el pueblo sigue luchando por un futuro mejor. La realidad de Cuba es un calvario constante, donde la falta de libertad y las dificultades económicas son una carga pesada para la población.

El Padre Marcoleta habló con sinceridad y con el corazón en la mano, compartiendo su preocupación por el pueblo cubano. Como pastor, es declarante de cómo el pueblo sufre en silencio, sin poder expresar sus opiniones ni contar sus penurias. Y aunque la esperanza de una vida mejor siempre está presente, la realidad diaria es dura y desalentadora.

Pero a pesar de esto, el sacerdote mantuvo un mensaje de fe y de esperanza en la resurrección de Jesús. La victoria del Señor sobre la muerte es un recordatorio de que el sufrimiento y la injusticia no son el final de la historia. La resurrección nos enseña que el amor de Dios es más grande que cualquier dolor y que su bondad nos acompañará en todo momento.

El Padre Marcoleta también destacó la importancia de compartir luchando por la libertad y la justicia en Cuba. Aunque el camino puede ser difícil, es importante no perder la esperanza y compartir trabajando por un futuro mejor para todos. Como cristianos, debemos compartir el ejemplo de Jesús y llevar su mensaje de amor y paz a aquellos que más lo necesitan.

La reflexión del P. Jesús Marcoleta es un llamado a la acción y a la solidaridad. En lugar de quedarnos indiferentes ante el sufrimiento de nuestros hermanos cubanos, debemos unirnos a ellos en oración y en la lucha por un futuro mejor. Debemos ser portadores de una fe viva, que se refleje en acciones concretas de amor y servicio hacia los demás.

La resurrección de Jesús nos recuerda que siempre hay luz en medio de la oscuridad, y que la esperanza es más fuerte que cualquier dificultad. En estos momentos difíciles que enfrenta Cuba, debemos mantenernos firmes en nuestra fe y compartir luchando por un futuro más justo y pacífico para todos.

En conclusión, las palabras del P. Jesús Marcoleta nos invitan a reflexionar sobre el verdadero significado de la Pascua y nos retan a llevar el mensaje de amor y esperanza a todos aquellos que lo necesitan. Que la resurrección de Jesús sea una fuente de fuerza y de inspiración para compartir luchando por un mundo mejor, donde todos podamos vivir en libertad y en paz.

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