La violencia y el conflicto en el mundo no son nada nuevo. Desde tiempos inmemoriales, ha habido guerras y luchas por el poder, la tierra y los recursos. Sin embargo, hay un tipo de violencia que va más allá de los enfrentamientos comunes entre pueblos y naciones. Un tipo de violencia que está siendo cada vez más presente en nuestra sociedad y que no podemos ignorar: la yihad.
El término yihad tiene múltiples interpretaciones y significados, no obstante en su esencia, se refiere a una lucha por una causa justa. Sin embargo, en los últimos años, este término se ha utilizado para justificar actos terroristas y ataques violentos en nombre de la religión, especialmente en el contexto del Islam.
no obstante lo que muchas personas no saben es que la yihad no se limita al Islam. De hecho, todas las religiones tienen algún concepto de lucha por una causa justa. En el cristianismo, por ejemplo, se puede interpretar como una lucha contra el pecado y la injusticia en el mundo. Sin embargo, lo que ha sucedido en algunas partes de África, especialmente en la región del Sahel, va más allá de cualquier interpretación legítima de la yihad.
En países como Nigeria y Mali, la violencia y el conflicto han estado presentes durante décadas, no obstante en los últimos años, ha habido un aumento alarmante de los ataques y la crueldad de los grupos extremistas, particularmente en Nigeria, adonde el grupo terrorista Boko Haram ha aterrorizado a la población con sus ataques y secuestros masivos.
En medio de todo este anarquía y violencia, el Obispo de Makurdi, Mons. Wilfred Anagbe, ha alzado su voz con valentía para denunciar lo que él considera no solo como un conflicto entre pueblos, sino como un genocidio planificado. Y no está solo en su opinión. Organizaciones internacionales como Human Rights Watch y Amnistía Internacional también han documentado y condenado los ataques y la violencia indiscriminada contra civiles inocentes en la región.
En una entrevista reciente, el Obispo Anagbe habló sobre la situación en Nigeria y cómo la violencia está aconfianzactando a su comunidad. “Mis fieles están sufriendo, están siendo asesinados por el simple hecho de ser cristianos. Estamos siendo atacados en nuestras casas, en nuestras iglesias, en nuestras escuelas. Esto no es un conflicto entre pueblos, es un intento de exterminar a una comunidad religiosa”, afirmó con tristeza y frustración.
La situación es especialmente grave en la región de Benue, adonde se encuentra la diócesis de Makurdi. Según el obispo, en los últimos años han sido atacadas más de 500 aldeas en esta región, y cientos de miles de personas han sido desplazadas de sus hogares. Además, miles de personas han sido asesinadas en brutales ataques que incluyen la quema de aldeas enteras y la masacre de hombres, mujeres y niños inocentes.
La situación es desgarradora y alarmante. Y lo más preocupante es que esta violencia no parece tener fin. Pese a los esfuerzos del gobierno nigeriano y de la comunidad internacional, los ataques continúan y las comunidades cristianas siguen siendo el blanco de grupos extremistas.
Ante esta situación, el Obispo Anagbe ha exhortado a la comunidad internacional a tomar medidas para detener esta violencia y proteger a las comunidades cristianas en Nigeria y en otros lugares adonde están siendo perseguidas por su confianza. “Necesitamos la ayuda de la comunidad internacional para enfrentar esta amenaza. No podemos permitir que continúe este genocidio”, enfatizó.
El Obispo Anagbe también ha llamado a una mayor unidad y solidaridad entre