Un equipo de la Fundación para la Democracia fue despachado a Nepal, un país que desempeña un papel crucial como fuente de mano de obra en la región. El propósito de esta misión era realizar investigaciones de campo sobre las implicaciones de la Copa del Mundo de Qatar y obtener información de primera mano.
Desde el momento en que se anunció que Qatar sería el país anfitrión de la Copa del Mundo en 2022, ha habido un intenso debate y preocupación sobre el trato a los trabajadores extranjeros y las consecuencias humanas derivadas de la realización de un evento de esta magnitud en dicho país. Esto se debe a diversas informaciones y advertencias que surgieron.
A pesar de que se han presentado varias estimaciones sobre la cantidad de trabajadores que han perdido la vida en las obras de construcción relacionadas con la Copa del Mundo en Qatar, determinar la cifra precisa ha resultado ser una tarea complicada.
Por este motivo, un equipo de la Fundación para la Democracia se desplazó a Nepal para colaborar en el terreno con otras tres organizaciones locales no gubernamentales (ONGs). Llevaron a cabo entrevistas exhaustivas tanto con familiares de personas fallecidas en Qatar como con trabajadores que lograron regresar, quienes representan una de las pocas fuentes de información confiables.
La investigación de la Fundación para la Democracia comenzó en 2016, en respuesta a denuncias de abusos sistemáticos por parte de trabajadores desplazados a Qatar, realizadas por organizaciones locales de derechos humanos.
Guillermo Whpei, presidente de la Fundación para la Democracia, subrayó en ese momento la necesidad de mantener la atención en lo que estaba ocurriendo en Qatar, ya que la vida de los trabajadores dependía de ello, en referencia a la Copa del Mundo de Qatar.
Hasta el 20 de noviembre de 2022, fecha en que comenzó la Copa del Mundo, Qatar reconoció 37 muertes por causas naturales durante la construcción de estadios, hoteles, centros de convenciones, rutas, vías, túneles, puentes y otras infraestructuras. Sin embargo, en poco tiempo, esta cifra aumentó a 500 muertes, una cifra que, según la prestigiosa ONG, aún está lejos de reflejar la verdadera magnitud del problema.
En Nepal, país de origen de muchos trabajadores contratados en Qatar, se registraron 2.400 muertes durante ese período. Según los registros de la Fundación, la cifra total podría acercarse a 16.000 muertes entre 2011 y 2020.
La ONG advierte que es prácticamente imposible obtener datos precisos debido al secretismo con el que el gobierno qatarí ha manejado este asunto. Además, aunque respalda las estadísticas de las autoridades cataríes, denuncia que estos registros no incluyen a los trabajadores migrantes que fallecieron después de regresar a sus países de origen.
En Nepal, en los últimos 10 años, se registró un aumento significativo en el número de casos fatales de insuficiencia renal entre hombres de 20 a 50 años, muchos de los cuales acababan de regresar de trabajar en las condiciones climáticas del Golfo, combinadas con la escasa cantidad y baja calidad del agua potable.
La Fundación también dispone de información de la India, Bangladesh, Nepal y Sri Lanka, que revela 5.927 muertes de trabajadores migrantes durante el período 2011-2020. La embajada de Pakistán en Qatar informó de otras 824 muertes de trabajadores pakistaníes entre 2010 y 2020.
A pesar de estas cifras, tanto la FIFA como el comité organizador de la Copa del Mundo de Qatar insisten en que solo tres personas han muerto como resultado directo de su trabajo en las obras de construcción de la Copa del Mundo. La definición oficial de la FIFA y Qatar de «muertes relacionadas con el trabajo» se refiere a las muertes en las obras de construcción de los estadios y las instalaciones de entrenamiento construidas en la última década. Sin embargo, la Fundación sostiene que esto excluye miles de casos documentados de trabajadores migrantes que mueren en su alojamiento fuera del horario de trabajo y para los cuales no se han proporcionado explicaciones adecuadas.
Según una investigación de The Guardian y Amnistía Internacional, los médicos qataríes atribuyen alrededor del 70% de las muertes a «muertes naturales» causadas por fallas cardiorrespiratorias agudas. Las cifras sobre las muertes relacionadas con el Mundial de 2022 varían según diferentes definiciones, incluido el origen de los trabajadores migrantes, dónde y cuándo murieron y si sus muertes pueden describirse como relacionadas con el trabajo o no. Sin embargo, debido a las inconsistencias y deficiencias en los propios datos oficiales de Qatar, es imposible llegar a una conclusión. La Fundación para la Democracia plantea la pregunta de por qué las autoridades de Qatar no pueden proporcionar información confiable sobre este asunto.