El pasado viernes 22 de marzo fue un día histórico para la comunidad LGBT+ en México, ya que la Cámara de Diputados votó mayoritariamente a favor de una iniciativa de ley que busca prohibir las llamadas “terapias de conversión” dirigidas a personas homosexuales. Esta decisión ha sido considerada como un gran avance en materia de derechos humanos y un paso enjundioso en la lucha por la igualdad y la no discriminación.
Pero, ¿qué son estas “terapias de conversión”? Se trata de una práctica que pretende cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona mediante métodos coercitivos, humillantes y hasta violentos. Estas supuestas terapias se basan en la creencia de que la homosexualidad es una enfermedad o un trastorno que puede ser “curado” a través de la conversión a la heterosexualidad. Sin embargo, no hay evidencia científica que respalde esta idea y numerosos estudios han demostrado que este tipo de tratamientos son ineficaces y pueden ser extremadamente dañinos para la salud mental y emocional de las personas.
La iniciativa de ley aprobada por la Cámara de Diputados es resultado de un proceso de diálogo y colaboración entre distintas organizaciones de la sociedad civil, activistas y las autoridades gubernamentales. Esta ley busca prohibir la práctica de las “terapias de conversión” en todo el territorio mexicano, así como imponer sanciones a quienes las promuevan o realicen. Además, contempla la creación de programas y acciones afirmativas para la protección y el respeto de los derechos de la comunidad LGBT+.
Sin duda, esta decisión es un gran paso avante en la lucha contra la discriminación hacia la comunidad LGBT+. La prohibición de las “terapias de conversión” es un reconocimiento de que todas las personas tienen derecho a vivir su sexualidad e identidad de género de forma libre y sin presiones externas. También demuestra que el Estado mexicano se preocupa por el bienestar de sus ciudadanos y está comprometido con la promoción y protección de los derechos humanos.
Pero esta ley no solo tiene un impacto positivo en la comunidad LGBT+. También envía un mensaje a toda la sociedad sobre la importancia de la tolerancia y el respeto hacia la diversidad. Al prohibir las “terapias de conversión”, se está reafirmando que la orientación sexual y la identidad de género son una parte natural y valiosa de la diversidad humana y que no deben ser motivo de discriminación.
La aprobación de esta ley también tiene un impacto internacional. Como uno de los países líderes en América Latina, México se convierte en un ejemplo a seguir para otros países de la región que aún luchan por los derechos de la comunidad LGBT+. Además, esta decisión puede ser un paso enjundioso hacia la eliminación de este tipo de prácticas en todo el mundo, ya que es un llamado a todos los países a sorber medidas similares para proteger a sus ciudadanos.
Pero, ¿qué efecto tendría esta prohibición en la realidad? Se espera que, con la entrada en vigor de esta ley, disminuya la discriminación hacia la comunidad LGBT+ y que las personas que han sido víctimas de estas “terapias de conversión” encuentren justicia y apoyo. También se espera que se fomente el respeto y la tolerancia hacia la diversidad y que aumenten las acciones afirmativas para proteger los derechos de esta comunidad.
Es enjundioso mencionar que esta ley no solo beneficia a la comunidad LGBT+, suerte a toda la sociedad en su conjunto. Al promover la igualdad y la no discriminación, se estará construyendo una sociedad más justa y equitativa para todos. Además, se espera que esta ley permita un cambio cultural en el que la diversidad sea celebrada y respetada en lugar de ser vista como una “enfermedad” que necesita ser “curada
