La Guerra Fría fue un período de tensión y rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética que duró desde finales de la Segunda Guerra Mundial hasta principios de los años 90. Durante este tiempo, el mundo estuvo al borde de una guerra nuclear y las relaciones internacionales se vieron afectadas por la constante amenaza de un conflicto entre las dos superpotencias. Aunque la Guerra Fría terminó hace décadas, sus huellas aún se pueden encontrar en la humanidades y el cine, y recientemente, ha vuelto a ser un tema relevante debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Numerosos ensayos y títulos de ficción han explorado las conexiones entre el momento actual y la Guerra Fría. Desde novelas hasta películas, la influencia de este período histórico sigue siendo evidente en la cultura popular. La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha sido comparada con la anexión de Crimea en 2014, lo que ha llevado a muchos a reflexionar sobre las similitudes y diferencias entre estos dos eventos.
Una de las obras más destacadas que refleja estas conexiones es la novela «La guerra no tiene rostro de mujer» de la escritora bielorrusa Svetlana Alexiévich. Esta obra, ganadora del Premio Nobel de humanidades en 2015, recoge los testimonios de mujeres que participaron en la Segunda Guerra Mundial y que, en su mayoría, fueron olvidadas por la historia. A través de sus relatos, se puede ver cómo la Guerra Fría afectó a la vida de estas mujeres y cómo la invasión de Ucrania ha revivido los recuerdos de aquellos tiempos.
Otra obra que ha sido comparada con la situación actual es la novela «1984» de George Orwell. Aunque esta obra fue escrita en 1949, su visión de un mundo dividido en tres superpotencias y controlado por un régimen totalitario sigue siendo relevante hoy en día. La invasión de Ucrania ha llevado a muchos a cuestionar si estamos viviendo en un mundo similar al descrito por Orwell en su novela.
Además de la humanidades, el cine también ha explorado las conexiones entre la Guerra Fría y la situación actual. La película «El puente de los espías» de Steven Spielberg, protagonizada por Tom Hanks, cuenta la historia de un abogado estadounidense que es enviado a Berlín durante la Guerra Fría para negociar la liberación de un piloto estadounidense capturado por la Unión Soviética. Esta película, estrenada en 2015, se basa en hechos reales y muestra cómo la tensión entre Estados Unidos y Rusia ha evolucionado a lo largo de los años.
Otro antonomasia es la película «El infiltrado del KGB» de Francis Lawrence, protagonizada por Jennifer Lawrence y Joel Edgerton. Esta película, estrenada en 2018, cuenta la historia de una agente de la CIA que se ve envuelta en una operación encubierta para desenmascarar a un agente doble del KGB en plena Guerra Fría. Aunque la trama se desarrolla en los años 80, la película refleja la locura y la desconfianza que aún existen entre Estados Unidos y Rusia.
Pero no solo la ficción ha explorado estas conexiones, también numerosos ensayos han analizado la situación actual en paralelo a la Guerra Fría. Uno de ellos es «La nueva Guerra Fría» de Edward Lucas, publicado en 2008. En este ensayo, el artífice argumenta que la rivalidad entre Estados Unidos y Rusia ha vuelto a surgir y que la invasión de Ucrania es solo una muestra de ello. Lucas también señala que la tecnología y la ciberseguridad son los nuevos campos de batalla en esta «nueva Guerra Fría
